jueves, 9 de diciembre de 2010

Nuevas medidas del gobierno

En los últimos días hemos asistido a una serie de nuevas medidas elaboradas por el gobierno para hacer frente a la crisis. Entre esta serie de medidas hay dos que me llaman especialmente la atención, la privatización parcial de los aeropuertos y el servicio postal, y la retirada de en torno a 400 euros  que daba el gobierno a personas sin ingresos.
Hay que tener en cuenta, no obstante, la situación en la que nos encontramos, con una crisis a nivel global y con los "benditos" mercados financieros afilando las garras cual buitres carroñeros para atacar-especular ante cualquier economía que se encuentre en problemas, pero, en fin, no nos sorprendamos, así funciona el capitalismo, tenemos lo que nos merecemos por no haber sabido o querido plantar cara a este sistema tan "libertario", como nos lo intentan vender. Pero en fin este no es el asunto del que versa mi artículo.
Centrándonos en España, existe un problema para la sociedad en general y para el gobierno socialista en particular, y éste consiste en que tenemos que alcanzar unas cifras que nos marca la UE, es decir, los poderosos-ultraliberales para recibir financiación con la que completar el déficit público y que no quiebre nuestro estado. La alternativa a estas imposiciones sería salirse de Europa y aislarse, lo que a lo mejor ética y democráticamente sería conveniente, pero que a día de hoy no es viable.
Por lo tanto, tenemos marcadas las cifras a conseguir, pero no el camino a seguir. Ante esta tesitura, el gobierno de Jose Luis Rodríguez Zapatero renuncia a parte de sus siglas, ( socialista y obrero), para adoptar medidas que el más radical de los liberales vería con buenos ojos. Escuchamos hablar de privatizaciones y se nos viene a la cabeza la cara de la marquesa Esperanza Aguirre o del expresidente Aznar, pero no, es el gobierno socialista quien habla sin ningún tipo de rubor acerca de ello, y quien no solo ésto, sino que para ahorrar decide dejar a la suerte del destino a las personas que más necesitarían un verdadero gobierno socialista. Se escudan en que no les queda alternativa, pero la hay, y no son medidas inverosímiles, como dice IU, no tiene porqué tratarse de gastar menos, que podría ser, sino de ingresar más, ello se haría "metiendo mano" a las grandes fortunas mediante el IRPF o evitando el fraude fiscal, pero por lo visto el gobierno o no puede, porque se le echaría encima todo el poder económico, y no solo español, o no quiere, por miedo o porque realmente en materia económica piensa igual que la derecha.

A nivel particular, yo que no voto al PSOE, pero éste si se aprovecha del voto útil perjudicando claramente la opción que yo defiendo, sí me alegré de la victoria socialista en las elecciones generales y ello a pesar de la debacle-tsunami que sufrió mi opción política, y me pareció que emprendió un buen camino con medidas como la retirada de Irak y la consecuente no sumisión a EEUU, o la ley de la dependencia, pero a tenor de los últimos acontecimientos, los aquí mencionados o los que se desprenden de las filtraciones de Wikileads, o de la reforma laboral, no solo estoy decepcionado, sino que me pregunto si realmente existe alguna esperanza de que seamos los ciudadanos los que dirijamos la economía, de forma democrática, es decir sin dictadura del proletariado, o es ésta la única forma posible de que no sean los ricos, multinacionales, inversores, etc, los que rigan nuestros destinos. Espero que haya una manera democrática de regir nuestro destino pero los últimos acontecimientos unidos a fenómenos como la globalización me hacen ser bastante pesimista...

martes, 16 de noviembre de 2010

¿Nuestra política internacional?

Este comentario viene a colación de los últimos acontecimientos surgidos, pero que vienen de lejos, en el Sáhara.
Antes de meterme de lleno en la situación actual, quiero hacer dos apuntes en relación al Sáhara y Marruecos, en cuanto al Sáhara, hay que recordar que ha sido, y para el derecho internacional público sigue siendo, colonia española hasta la Marcha Verde; en cuanto a Marruecos, conviene no olvidar la participación de numerosos mercenarios y su extrema crueldad en el golpe de estado de los nacional-fascistas contra el gobierno legítimo de la Segunda República, sin olvidar, las reclamaciones marroquís sobre Ceuta y Melilla, y en menor medida Canarias.
Una vez apuntados estos detalles, me pregunto porqué los gobiernos españoles, ya sean del PSOE o del PP, no tienen  ningún reparo en enviar a su ejército a Irak o Afganistán y en este conflicto, mucho más cercano, se mantienen a la expectativa. Ojo, no estoy defendiendo que se emprenda una guerra contra Marruecos, mis "tiros" van por otro lado.
Bajo mi punto de vista, España o no tiene política exterior, o ésta está supeditada a la superpotencia actual que es EE.UU. En cualquiera de los dos casos, la situación es muy preocupante, pero, yo pienso que más bien nuestra política exterior es sumisa a la norteamericana, esta situación se empezó a gestar en el tardofranquismo con el plan Marshall y fue definitivamente ratificado con la inclusión de la España entonces gobernada por el socialista Felipe González, en la OTAN, que no es más que una organización militar diseñada para combatir por el dominio geo-estratégico mundial contra la URSS, pero una vez doblegada ésta, no solo no ha desaparecido, sino que se han encontrado nuevos enemigos para seguir con esta política. Porque sinó, porque mandamos a nuetro ejército a Kosovo, Irak o Afganistán y nos hacemos los "suecos" ante el embargo de Cuba o el conflicto árabe-israelí. Vale que Sadam o los talibanes son terroristas o genocidas, pero ¿lo son  menos G.W. Bush, Aznar, Blair o numerosos mandatarios norteamericanos que han promovido golpes de estado en latinoamérica, por cierto uno muy reciente, o masacrado al pueblo vietnamita?
En fin, ante esta tesitura, me pregunto si Marruecos no fuese aliado, sino enemigo de EE.UU, se hubiese comportado el gobierno español de una forma tan tibia. Nuestro gobierno habla de prudencia ya que existen muchos intereses mutuos entre España y Marruecos, además del tapón que hace Marruecos de la inmigración ( ésto se argumenta desde España), pero, ¿qué es más importante, los derechos humanos, con los que se llenan la boca en según que casos, o nuestros "intereses"? Me parece que en este caso, ante la falta de implicación norteamericana, por desgracia priman más nuestros intereses. Esperaremos acontecimientos.

martes, 2 de noviembre de 2010

La lucha obrera reside ahora en Francia

Ante el apogeo a nivel mundial de los pensamientos y políticas conservadoras y ultraliberales, amén de la supeditación de la socialdemocracia a los planteamientos liberales, y del marginamiento de los partidos comunistas, a la clase proletaria-obrera sólo le queda la resignación, o la imitación de lo que ocurre en otros países, como pueden ser países latinoamericanos, desde la "nueva" experiencia socialista de Bolivia o Venezuela, o bien, desde un punto de vista mas reformista como es el caso de la Brasil del hasta ahora presidente Lula, hasta el ejemplo más cercano y no solo geográfico, que representa la lucha sindical-obrera francesa, para el proletariado español y por extensión occidental.
En este comentario me voy a centrar en el ejemplo francés, como he comentado antes, debido a la pertenencia tanto de Francia y España a realidades similares como la integración a la Unión Europea y el acatamiento a pies juntillas de lo que digan los "mercados". La Francia del conservador Sarkozy, ha emprendido las mismas reformas que todos los países europeos. pero a diferencia de éstos, allí sí ha habido contestación en la calle de los perjudicados por la crisis, y por ende, de las reformas, que hay que recordar que no fueron los que la crearon, y estos perjudicados, no son sino las clases trabajadoras que ven como menguan sus derechos mientras se rescata a bancos y empresas privadas con dinero público. Volviendo a la contestación en la calle, lo que para la mayoría de los medios no es sino kale-borroka, en Francia no ha habido una única huelga general a nivel testimonial como ocurrió en España, sino que allí se ha prolongado en el tiempo, ha contado con la aprobación o el visto bueno de al menos el 70% del pueblo francés, y ha puesto en jaque al gobierno con la casi paralización de las petrolíferas.
Parece ser que Sarkozy se va a salir con la suya, pero estos incidentes que para muchos se quedaran en el olvido como por ejemplo el golpe de estado en Honduras, a otros, como es mi caso nos da un atisbo de esperanza y reconocimiento del pueblo francés, y como diría Marcelino Camacho, aún somos muchos a los que no nos domarán, ni doblarán, ni domesticarán.